martes, 15 de noviembre de 2011

Materia


- Siente el tacto de las cosas, Morríghan, es importante, concentrándote lo suficiente verás algo más que su aspecto exterior y cuando lo veas serás capaz de modificarlo.

- ¿Quiere decir, Acarya, que podré convertir plomo en oro?

- Todos tus actos tienen consecuencias, no lo olvides y nunca debes usar la magia para alimentar tus vanidades, ello solo te acarreará corrupción.

- Comprendo.

Un día mas, Dís le estaba explicando las diferentes esferas, hoy le había tocado la esfera de la materia, aquella que afectaba a todo lo físico no vivo.

- Otras tradiciones usan esta esfera para enriquecer la tierra para los cultivos, o para fabricar artefactos, en el consejo, son los eteritas los que centran sus estudios sobre la materia.

- ¿Quiénes son los eteritas?

- Antiguos tecnócratas, con una ciencia que la tecnocracia no podía aceptar, se unieron a nosotros y han abrazado los ideales del consejo de los nueve. Sus inventos son a menudo… curiosos, pero son estudiosos mas interesados en sus creaciones que en guerras.

- ¿No combaten a la tecnocracia?

- Sí, sí la combaten, pero solo cuando es absolutamente necesario.

María asintió y se centró de nuevo en el canto rodado que tenía entre sus manos, percibía la suavidad de sus líneas así como la aspereza de la capa exterior, pero aún no conseguía llegar más allá.

***

- Tenemos informes contradictorios, señor. – Estaba nerviosa, no le gustaba aquello, desde hacía algunos meses el ambiente en la construcción principal y en algunas subestaciones había cambiado, podía percibir casi un aroma místico que le desagradaba sobremanera, todo había empezado cuando capturaron a esa bruja.

- ¿Cómo que contradictorios? – Siempre impoluto, en su traje italiano y sus gafas de marca.

- Ha habido un cambio de prioridades en la búsqueda de la sede, pero va en contra de lo que nos indicó el contacto ayer... el grupúsculo subversor, ambos grupúsculos subversores se encuentran en Palma. Deberíamos librarnos de ellos, es nuestro deber.

- Prefiero tenerlos controlados, hemos obtenido especímenes para nuestro estudio gracias a ellos y pronto podremos reproducir su sistema y obtener los nuestros.

- Enviemos al menos a la subversora capturada a la sede del distrito. –aquellas últimas palabras de su oficial no le habían gustado nada.

- No, aún puede proporcionarnos más datos.

Bufó, llevaba semanas topándose con el mismo muro.

- Señor, debemos liberar al agente BF-56027-NOM.

- Si se dejó capturar le está bien empleado.

Empezaba a dudar de que lo hubieran capturado los subversores, las últimas veces que había hablado con el agente BF-56027-NOM había empezado a indagar sobre la subversora capturada y pedía vehementemente su traslado.

- Y te ordeno que dejes de una vez estos temas o deberé tomar medidas, no estás aquí para pensar o sugerir, solo para obedecer.

Tuvo que reprimir una mueca de disgusto e ira, no le quedaba más remedio que actuar por su cuenta a espaldas de su oficial al mando, pese a lo que ello podía acarrear, debía enviar un informe al jefe de distrito, sólo él podía enderezar las cosas y tenía que hacerlo sin que su jugada fuera captada.

Aquellos últimos experimentos que se estaban realizando eran altamente irregulares, las criaturas generadas por rituales subversivos debían ser automáticamente eliminadas, no estudiadas, así lo señalaban todos los protocolos. Pero ahora estaba sola y la locura parecía adueñarse hasta de los agentes más afamados.

Al cabo de poco, se hallaba de nuevo en el punto de control 1-S’E-PM, duchándose. Desde poco después de que empezaran los interrogatorios a la subversora capturada, su trabajo y patrullas habían sido prácticamente anuladas... debería haberla matado, pero su oficial lo impidió.

Necesitaba encontrar algún dispositivo de comunicación que no pudiera ser rastreado ni bloqueado por los agentes de Iteración X, aquella situación podía acabar en una purga y ella no quería ser purgada, menos aún teniendo en cuenta que ella permanecía fiel a los principios de la tecnocracia. Tenía que encontrar la manera…

Tras vestirse, salió a la calle, que daba a la parte trasera de la cruz roja y fue a “dar un paseo” como puso en el informe de salida, ya que aunque se lo prohibieran, ella seguía efectuando sus patrullas, no podía registrar los informes de sus patrullas y sobre la situación de las construcciones de la tecnocracia en su subsector más que en papel, para que no pudiera ser leído por los agentes de iteración X y ocultando el cuaderno siempre para que sus compañeros no la denunciaran, ya que la desobediencia, especialmente entre los agentes del NOM, era severamente castigada.

Era complicado conseguir ocultar algo a aquellos cuyo trabajo era la búsqueda constante, entrenados para sospechar de todo y de todos, incluso de sí mismos, ya era bastante complicado poner en duda y sospechar de sus iguales como para tener que añadir como ella estaba haciendo, a los superiores.

Se cruzó con un joven sudoroso, que vestía bastante desarrapado y que, pese a estar a la sombra, llevaba gafas de sol. No le prestó mucha atención debido a sus debates internos hasta que casi llegó al final de la calle, se volvió para observarlo pero el chico ya no estaba, volvió sobre sus pasos pero no pudo encontrarlo.

***

- La de ahí casi te pilla el otro día. – Haxor seguía de mal humor, Miles, como de costumbre, había invadido su espacio vital, su refugio, una buhardilla llena de cables, pantallas y ordenadores.

- ¿Esa era una tecnócrata?

- Lo era, un poco rara, tiene la manía de escribir sobre un cuaderno, se esmera por ocultarlo pero no tiene en cuenta que su escritorio tiene una ventana justo encima.

- ¿Puedes ver lo que escribe?

- No, pero si decirte donde lo oculta.

- En papel y ocultándolo… Tengo la impresión de que ése cuaderno será más importante para nosotros que cualquier otra cosa que podamos encontrar ahí dentro.

- Chorradas, el papel es para inútiles.

- Claro, si está en papel no podéis rastrearlo por la red, ¿eh? –Se rió Miles

La mirada de Hax no admitía seguir con las bromas que la molestasen, estaba especialmente irritada aquél día.

- En fin, dime Hax, sobre los informes que me dio Érato… ¿Qué has descubierto?

- Pues que faltan hojas, demasiadas para sacar conclusiones, supongo que tendrán dividido el informe en varias estaciones para su seguridad.

- ¿Y sobre sus experimentos?

- De momento son estudios genéticos, buscan compatibilidades.

- ¿Compatibilidades?

- Sí, parece que quieren crear cultivos para implantes.

Miles se atragantó al oírlo.

- Pero menuda panda de idiotas, lo que deberían hacer es destruirlos y punto. Sus jodidos protocolos lo mandan.

- Y tu… ¿Me dirás que es eso de que tienes un aprendiz? ¿Quién es y de dónde lo has sacado?

- Así que eso es lo que te molesta.

- Responde.

- A su debido momento.

- No me vengas con jueguecitos.

- Hax, ¿alguna idea sobre quién es el contacto? – Miles volvió a los temas urgentes.

- Supongo que alguien de Fiducia, esos están tan embebidos en conseguir dinero que no me extrañaría que se vendan a la tecnocracia. Les haré un seguimiento, pero el trabajo empieza a acumulárseme.

- No creo que sea de Fiducia, francamente.

- ¿Entonces?

- ¿No te parece sospechoso que desaparezcan las capillas después de rechazar la oferta de alianza que lanzaba Harmonía?

- ¿Cómo?

- Aequitas, mi maestro, me lo comentó poco antes de ser atacados nosotros.

-

- Y ahora quieren volver a iniciar ronda de contactos. Mañana hay asamblea.

3 comentarios:

  1. Aunque la obra de Tolkien ha influenciado mucho en mi estilo de escribir (eminentemente descriptivo) fue Dune, de Frank Herbert, la que marcó un antes y un después en mi forma de crear historias.

    Éste relato me permite algo que las campañas de rol no me dejan, generalmente por lo entrecortadas que han sido hasta ahora, y es la de regodearme en las tramas políticas a 3, 4 o 5 bandas (y más que saldrán) xD

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  2. Jajaja, que miedo me das, Biel. La historia pinta muy bien, te estas esforzando mucho (o no, y es innato xD) y se agradece.

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