viernes, 31 de agosto de 2012

Colaboración: La historia que jamas debió ser contada y menos aún escrita

Buenas tardes,

no es una interrupción de mis vacaciones forzosas debido al trabajo, sino una colaboración de un amigo del que hemos visto algunas ilustraciones. En efecto, me refiero a Marc Reynés Ferrá.

Aviso antes de que empecéis a leer, es una historia algo bizarra (en el sentido inglés de la palabra) y un tanto explícita, abstenerse cardíacos y puritanos ^^

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Era se una vez... No, no, no. Así no debería empezar... ¡La historia que  jamas debió ser contada y menos aún escrita!

Esta historia empieza en una isla rodeada de agua por todos lados. Si, esta es así de molona, hay islas rodeadas de fuego, otras rodeadas de innumerables hordas barbaras y de hordas afeitadas también, pero esta en concreto esta rodeada de agua. Claro, uno dirá que el agua es algo normal, que solo moja, a lo sumo te provocara un catarro. Eso, mis muy queridos señores, es una soberana sandez: El agua es realmente aterradora, toda llena de pececitos y no tan citos. Ahí, correteando sin control, ni señales de tráfico. Claro, podríamos poner un guardia para que dirigiera el trafico, pero los peces no tan citos se lo comerían... De hecho, eso ya pasó, pero fue en otra historia que iba sobre una sirena, un príncipe y un cangrejo que cantaba reguetón.

El agua que rodea esta isla en concreto es terriblemente puñetera: esta llena de monstruos, unos mas feos que otros, pero todos con muy mala leche; de eso podemos estar seguros. Algunos tienen grandes dientes, afilados como espadas. Capaces de atravesar cualquier armadura (menos las de molonio), otros tienen bocas tan grandes que se pueden tragar un barco, tentáculos, bigotes, cipotes y cualquier otra cosa que te puedas imaginar y que sacada de tamaño es aberrante y arrancaría un “UI UI UI” a las señoras mayores. Vamos, una cantera de perversión para los dibujantes de Hentai.

La isla también tiene su provisión de criaturas raras, mágicas y normales. Si, aquí tenemos criaturas normales. Sé que es raro, pero a veces pasa.

En esta roca en medio de un mar infestado de seres con dudosas intenciones vive un muchacho mas bien tirando a no muy alto, pelo largo de esos que se ondean al viento, castaño brillante... en definitiva un pelo pantén. Es aguerrido y majete. Uno de esos chicos que se podría decir que es un buen partido.

Lástima de sus amigos, que estropean el cuadro. Todos unos auténticos trols, no de esos de puente, esos son molones, ya que cuidan los puentes y los mantienen limpios... No, mas bien son de esos otros, si de esos que estas pensando, ¿a que es desagradable? Solo de pensarlo a uno se le revuelven las entrañas.

Nuestro muchacho que se llama Raül Mira Un Mico (cualquier parecido con la realidad es meramente coincidencia). Sufría de calenturas, eran muy graves. Todo el día por ahí con la cimbrel al aire, porque se le prendía fuego. El médico local no sabía como solucionar esos ataques de polla – inflamable - espontanea. (Lo llamaremos la enfermedad de la PIXA). Como sufría de un caso de PIXA muy grave, no quedó más remedio que ir al mago de la corte y eso planteaba un problema: La corte estaba rodeada de una horda de pijus y petardus lame culienses desde hacia ya unos años.

Toda la información que salia de la corte era enviada por palomas de mensajería rápida y, para que no las interceptaran, las pintaban de rojo para disimular un poco. Estaréis pensando, que pintarlas de rojo no es que disimule mucho, pero si tenemos en cuenta que desde que los pijus y los petardus rodean el castillo todo buen metalero que se precie se dedica a machacar cráneos por esos lares y, entonces, el rojo si que disimula un poco.

La cuestión es que Raul Mira Un Mico tenia que ir a la corte y aunque sus amigos eran unos Trols de “esos” eran leales y, como no, se apuntaban a cualquier bombardeo que implicara machacar unos cráneos, beber la sangre de los muertos, mear en las heridas de sus enemigos, sorber sesos por la oreja con una pajita, mostrar el culo en publico de forma totalmente gratuita... Vamos, liarla parda en general, y dijeron.

- Nosotros invitamos, pero tu pagas.- Y dicho eso cogieron sus armas y unos bocadillos de sobrasada. Y para allá se fueron. Seis eran y con Raul Mira Un Mico siete.

El feroz y despiadado Gabriel el Fresco, que con su espada de +5 al ego rebanaba a sus rivales como si fueran filetes de ternera de kobe. Don Daniel De Moránjias, que aprendió en una lejana tierra el misterioso arte mortal de la pasividad: Con una simple mirada te dejaba apasitivado y, si eso no funcionaba, un buen golpe de porra finiquitaba el asunto. Victoria de Rosi (No, no es pariente del famoso motorista)... ¿qué decir de ella? si no te aniquilaba su impactante pechonalidad lo hacia su revés de mano. ¡Cuantas cabezas habían saltado de sus hombros con ese revés!. Toni Güip mortal con sus cigarrillos, quema los ojos a la velocidad del rayo y con su hacha-mechero te corta y te prende fuego. Juanjo Maximus no lucha, hace que el resto luche por él, eso es cierto y no es una mentira como el resto de esta historia y, por último, esta Eso o Yo, dicho sea de paso. Eso es yo: MarcGote, grande, peludo, parecido a un oso, tan tonto como un goblin con diarrea mental pero buen tio en general. El y su poderoso lápiz de minas de grafito +7 que sirve tanto para pinchar como para pintar, no tienen rival en el campo de batalla.

Armados con nada más que su valor y un montón de armas, todas ellas ilegales, se enfrentaron a los temibles Pijus y Petardus lame Culenses. Podría explayarme con todo lujo de detalles sobre como transcurrió la batalla0 pero fue tan atroz que seguramente vuestro ordenador se marearía y echaría la pota sobre el teclado. Vosotros al leer tal carnicería os sacaríais los ojos y luego echaríais la pota y cuando entraran a socorreros, también echarían la pota. Para ahorrarnos tal disgusto, tan solo daré el recuento de bajas.

La cuenta ascendió a 200 decapitados, 134 aplastados, 45 licuados, 533 suicidados (si, lanzarse de cabeza contra las espadas y hachas no cuenta como muerte, eso es suicidio) 25 combustiones espontaneas, 25 combustiones no tan espontaneas y una muerte por aburrimiento. La cuenta de los heridos asciende a dos, un gnomo que pasaba por ahí y la piedra que le tiré a la cabeza. La piedra se recupera satisfactoriamente en la sala de curas del hospital de campaña. El gnomo no se espera que pase de la cena de esta noche (él es la cena, por si no os a quedado claro).

Una vez se abrieron camino hasta el castillo y después de haber saqueado las bodegas y la despensa, haber provocado la depresión que acabó con el suicido del Rey, el embarazo y posterior aborto del bastardo de la Reina, haber cometido actos carnales, en publico, con las princesas de la corte y todos ellos no aptos para menores de 18 y sólo para aquellos más enfermos, tras haber sodomizado al heredero al trono con un espetec de picha de elefante de quince kilos y haber marcado con profundo trauma a toda la corte para el resto de su vida y varias de sus reencarnaciones. Llegaron al MAGO.

Este era un tipo bajito, brazos y piernas cortitas. Pelo marrón, negro y blanco, orejas largas, cráneo estirado, piel colgante y un hocico húmedo. Que andaba a cuatro patas, fregando sus huevos por el suelo y que solo decía  ¡ Guaf !. Y cada vez que decía ¡ Guaf ! Parecía que se moría un poquito más. Pero ni con todas esas cualidades tan poco humanas, no había duda que detrás de esos ojos pequeños, negros y lagrimosos había, en alguna parte, la mayor de las inteligencias jamás existidas en este absurdo mundo.

MarGote, que soy yo, Se ofreció voluntario, a traducir al gran mago Hunter. Ya que según Yo compartíamos algún ancestro en común.

Después de unas largas deliberaciones, haberse olido el culo mutuamente, fumarse unos petas y tomarse unos hongos. Esta era la profecía o receta para curar el mal del PIXA que sufría Raul Mira Un Mico.

Cojerás un bote y con el cruzarás el mar. Llegarás a una extraña tierra donde hay un montón de gente rara. A la que tu podrás entender, pero ellos a ti no. Desde allí tirarás pal monte. Muy al Norte, pero sin cruzar la frontera, encontraras unas gentes con muchos huevos, grandes y fuertotes. Pues no les molestes, que igual te llevas un susto. Entonces tu me sigues por ahí, por donde están los picos. Hasta que llegues a un sitio llamado Ligateunpie. Cuando encuentres una montaña con un unicornio rosa, siempre y cuando este nevada meterás tu churra en ella y tus calenturas te desaparecerán. Ah! Si y encontraras el amor. O algo parecido.

Dicha esta profecía tan poco profética y poco clara Hunter, se tumbó en el suelo y ahí se quedo... Dormido. (Hunter siempre te recordare fregando tus pelotas por el suelo, se te hecha de menos.)

Raul Mira Un Mico se armó de valor. Se subió a la primera barca que encontró, que por desgracia o por buena suerte era de unos narcotraficantes y estaba cargada hasta los topes de las mágicas Athelas, la hierba  de los reyes (Esto es de Fustons, pero me mola). Empezó su viaje, no sin antes haberse puesto hasta las enaguas de Athelas, él y sus colegas pues este era un viaje para uno solo.

Los monstruos marinos, no tardaron en acudir a la barca. Pues el humo que desprendía las Atelas al arder, atraía estos, como una mosca a una boñiga de esas redonditas y apestosas, que calentarían a uno en una noche fría. Suerte tuvo de que el cargamento fuera abundante. Hechando parte por la borda consiguió que le dejaran en paz o al menos que dejaran de toquetearlo. Hay monstruos muy sobones por estas aguas como por ejemplo el calamar de siete brazos. Le gusta acariciarse contra la gente, tanto que los mata por sobre exposición al sobeo. Tuvo que luchar por su vida y por su virginidad anal, pues se encontró a unos piratas. Que como todos sabemos la vida en el mar, es muy dura y solitaria y el roce hace el cariño. Y estos piratas en concreto, llevaban demasiado tiempo rozándose entre si.

Al ver su melena ondear al viento con su torso desnudo. Como era de esperar, quisieron acostarse con el antes incluso de tener su primera cita. Pero como por citas, Raul Mira Un Mico tenia una de muy importante. Que le esperaba por ahí, muy al Norte. Pocas ganas tenia de quedarse. Usando su hacha mata mucho, hizo lo ultimo que se hubieran imaginado esos piratas. Con golpes certeros y movimientos ágiles, esquivo toda cuanto mano le intento tocar. En un tris, tubo todas sus manos a sus pies. Pues todas hubo de cercenar. Incluso las del mono que era la mascota de la tripulación.  Y ya que se había manchado los pantalones con la sangre de los piratas, y no tenia nada mejor que hacer. Aprovecho para hundir su barco. Dejando los como cebo para los monstruos y así poder arribar a buen puerto.

Despuntaba el sol por el horizonte cuando por fin llegó a tierra. Catalonia era esa tierra y desde luego a ellos les podía entender perfectamente. Pero cada vez que intentaba, preguntar alguna indicación ellos le decían. “O em parles en Cataloni o no tentengu. Merci.” Desde luego esa era una tierra extraña. Con los cojones llenos de tanto Merci de las narices, decidió tirar  para el norte pero sin cruzar la frontera. Apunto estuvo de hacerlo pero un armario verde, dotado de piernas y brazos y una cabeza en forma de seta, por adorno le dio el alto. Diciendo que sin papeles no se podia pasar.

La suerte le saludó al encontrarse un pastor de piedras. Aunque no lo parezca, pastorear piedras es un trabajo para hombres aguerridos. Hay que tenerlas bien vigiladas, se sabe de rebaños que se han desmadrado y han rodado colina abajo destrozando pueblos enteros. Si señor, el trabajo de pastor de piedras es muy importante. El susodicho pastor estaba devolviendo un peñasco que se había escapado del rebaño.

- Disculpe buen pastor.- Dijo Raul Mira Un Mico.- Sabría usted indicarme el camino a Ligateunpie.

- Ñaa ño ñas ñuy ñes eñañiñaño.- Como podréis comprobar, este buen pastor hablaba un dialecto poco conocido que es el Ñazco. A día de hoy casi nadie lo habla.- ñira ñesña ñusño añajo.

Y cierto era como dijo el buen pastor, Ligateunpie estaba justo por ahí. Bueno decir que estaba justo ahí era ser un poco inconcreto. Mas  bien estaba dando saltitos por ahí. Ligateunpie no era un pueblo era el nombre del dragon donde habitaba un pueblo. Un dragon dicho sea de paso, bueno lo que mejor lo define es JODIDAMENTE GRANDE. De la cabeza a la cola, devia medir unos 200 metros. No tenia a las y desde luego no parecía muy rápido. En su chepa, crecían media docena de casas. Algunas tejas se desprendían de los tejados cada vez que el dragón daba un pequeño saltito. En todo él no había nada que uno pudiera decir que diera terror o pavor o canguele. Ni siquiera su pavoroso tamaño. Salvo una, una sola cosa que haría temblar de pavor al mas valiente... porque ese dragón era de color FUXIA. No podía ser marrón o rojo, como los dragones normales de toda la vida de esos que cualquier héroe que se precie a matado alguna que otra vez. No, no, ese dragón tenia que ser fuxia, ese color que no se sabe muy bien que es pero que te entran arcadas de solo mirarlo.

Todo eso hizo que Raul Mira Un Mico cayera de culo pues desde luego el no había visto nada semejante, en toda su vida ni si quiera aquella vez que MarGote, osea, Yo le dio una pizza con tripis muy poco disimulados, cortados como champiñones, pero muy apetecibles. El mago Hunter no le había dicho nada de eso. Y ahora que, se tenia que poner a buscar un unicornio rosa en una montaña nevada. Pero que mierda de profecía es esa. Pero que mierda de dragón Fuxia es ese. Pero que mierda de moza pelirroja, parcialmete desnuda esta saltando por ahí jugueteando con el dragón. Pero que mierda...

EEEEE para el carro narrador. ¡¿Has dicho una moza pelirroja semi desnuda?!
Si, claro, pero eso no es importante. Tienes que curarte de la PIXA
PELIRROJA SEMI DESNUDA. QUE LE DEN POR CULO AL UNICORNIO.

Raul Mira Un Mico se levantó de un salto, se colocó la armadura que le que acababa de regalar la dama del lago (Sí, se encontró con una dama del lago, tuvieron algo de porno y le dio una armadura, porque a mi me da la gana) Sacó su hacha y corrió colina abajo para salvar a la doncella, pelirroja, parcialmente desnuda. Pero el destino es caprichoso y una bandada de pájaros verdes que decían "NI" se cruzo en su camino. Haciéndole perder el equilibrio y tropezar con un peñasco que descansaba plácidamente en el suelo.  El resto de la colina la hizo dando vueltas y rebotando por varios pedruscos y provocando la ira del pastor de piedras, pues le estaba desbaratando su rebaño.

Unos minutos después y un montón de moratones y heridas, de esas que ponen húmedas a las nenas después (Se ponen húmedas porque lloran del susto y sufren el mal ajeno, no penséis que esto solo trata de sexo) aterrizó de bruces en un arbusto, que le esperaba con las ramas abiertas para parar su caída. (Era un buen arbusto, hasta el incidente del 75, pero eso es otra historia) con tan mala suerte, que su hacha salió disparada por los cielos, matando unos pocos pájaros NI, dicho sea de paso. Esta rebotó en una de las escamas del dragón, arrancando unas pocas esquirlas. Cayendo por fin a los pies de la doncella pelirroja parcialmente desnuda y cortándole un mechón de su melena.

Ella se acerco a él. En una mano llevaba el hacha y en la otra el mechón de pelo. Miro a nuestro destartalado héroe de arriba a bajo y dijo:

- Soy Ligeresa Coagula .-  Acto seguido le propino un soberano sopapo con la parte plana del hacha que lo hizo volar varios metros.

Raul Mira Un Mico estaba hecho unos zorros, sangraba por diversos sitios donde no es recomendable sangrar. Tenia un par de articulaciones nuevas y unos pocos dientes de menos. Pero estaba enamorado.

Bueno y así termina la historia, espero que os haya gustado niños... ¿Que? ¿como? ¿que no a terminado? Espera, espera, así nos falta la parte del sexo. Ejem... Perdón ahora me pongo a ello, las señoras del fondo tápense los oídos esto va a ser tremendo.

Al tercer día el sol salia por pura obligación, pues después de que Raul Mira Un Mico llegara a Ligateunpie y conociera a Ligeresa Coagula las palabras mas suaves que se habían oído, por todo el valle, habían sido... "Yiija", "¡oh, sí nena!" y algún que otro "dame". Todo estaba cubierto por un tufillo a pescado rancio y a requeson caducado. Nunca antes en la historia se habían visto semejantes actos sexuales. Esos tres días de pura pasión, sexo duro y mantequilla hicieron replantearse su sexualidad a más de un aldeano y a más de una cabra. Un par de piedras incluso decidieron convertirse en metamórficas. Se quemaron tres iglesias y una vaca parió un burro. La tasa per sexo de todo el continente, subió diez puntos y la tierra se desplazo dos grados al sur. Tan brutales fueran las embestidas que se daban el uno al otro.

Pero su tiempo de estar juntos se estaba agotando. Pues ella tenia mucho trabajo, con el dragón, que despues de estos dias el pobre tenia un trauma. Hay cosas que es mejor que no se vean por seres que tienen la mala costumbre de morir. Estas cosas marcan para siempre. Él tenía que regresar y el camino era largo. Se despidieron con un beso, que duro exactamente dos polvos y cuatro re-chupeteadas. Un día más tarde por fin partió. Sabiendo que se volverían a ver.

Bueno ahora si se termina. Se que muchos dirán que esta historia es falsa y una verdadera basura. Producida por un consumo excesivo de drogas y probablemente tengan razón. Pero en el fondo en el rincón mas oscuro y macarra de tu corazón sabes a ciencia cierta que es así como ocurrió y que por mucho que lo niegues, esta historia es mejor que la de verdad.

Ah, sí, se me olvidaba. Por algun extraño motivo o porque las dimensiones colisionaron de mala manera. Ligresa Coágula le pagó una ronda a un Tiranosaurio que no sabia muy bien lo que hacia.

Fin.